Halloween por siempre

Halloween por siempre

-Hoy es 31 de Octubre... Halloween! Una fecha más de estafa comercial para vender y hacerse tontos!
-Qué te pasa Robert?! estafa comercial?! que espíritu tienes!- dijo mi amigo Maxwell un poco enojado. -Siempre que hay una fecha para celebrar tu te pones de aguafiestas!
-Es que sólo es la verdad! pero tu sigue feliz y contento, simplemente no me hagas caso! - le dije infundándole ánimo
-Esta bien! Además, deberías estar muy feliz ya que estamos invitados a la mejor fiesta de Halloween de la escuela!- dijo emocionado, y después su semblante cambio a un tono un poco acusante - porque... si vas a ir, verdad?
-Claro! tengo que acompañar a mi amigo y... fiesta es fiesta! - aunque -en realidad voy para ver que tonterías harán y poder burlarme de algunos disfraces o, al contrario, deleitarme con unos cuantos- pensé divertido
-Bueenoo... iras disfrazado? porque yo si pienso hacerlo!
-Oye! con que vaya a la fiesta es demasiado! no pidas milagros! - le dije un poco enojado
-Esta bien! entonces, nos vemos en la fiesta!- comentó realmente ánimado
No volvimos a tocar ese tema, pero vaya que todo el mundo sí lo hizo.
Cuando por fin salí de la escuela y deje de oír los comentarios, me relajé un poco.

Me arreglé (traía unos pantalones negros y camisa roja) y estuve listo para la fiesta a las 7.30pm. Era muy temprano para ya irme a la fiesta y, yo solo, no era muy buena idea, por lo que decidí ir a la casa de mi amigo a ayudarle un poco con su disfraz.
Llegué a su casa y llamé a la puerta, se oyó que alguien bajaba del segundo piso y un instante después la puerta se abría. Maxwell no se sorprendió de verme ahí, me invitó a pasar hasta su cuarto y me pidió lo ayudará un poco.
-Y tus papás?- le dije para sacar un poco de plática
-Se fueron a una fiesta, al igual que mi hermana - dijo mientras se ponía la capa
Se había vestido de vampiro con su atuendo negro, se puso unos colmillos y un poco de maquillaje para verse blanco pálido, además de un poco de pintura roja cerca de la boca para que pareciera que acababa de beber sangre. Cuando acabó completamente de arreglarse nos fuimos a la fiesta.

Al llegar al lugar, no pude evitar impresionarme. Era una mansión y estaba completamente adornada: había fantasmas, calabazas iluminadas, arañas por todos lados, monstruos... era increíble sin lugar a dudas.
-A poco no es la mejor fiesta de todas?- dijo Maxwell al ver mi cara de sorpresa
-Es un poco pronto para decir eso, ya veremos como avanza todo!- le dije restándole importancia
Entramos a la casa y buscamos un lugar para sentarnos que estuviera cerca de la mesa de comida y frente a la pista de baile, y afortunadamente lo encontramos. Después de un rato, ya habíamos saludado a la mitad de nuestro salón y algunos otros amigos. Liz y Karen se habían sentado y puesto a platicar con nosotros. Liz venía de una hermosa angelita y Karen de una traviesa diablita, que perfecta combinación! Todos me habían preguntado que cuál era mi disfraz y yo les contestaba que de Robert lo que causo la gracia de algunos pero el enojo de otros.
Maxwell se fue a bailar con Karen por lo que yo me quedé sentado platicando con Liz, ya que no me gustaba ni sabía bailar.
Liz se fue después de un rato, ya que quería bailar, por lo que me quedé solo y me dirigí a la mesa de la comida.
Distraídamente tome un bocadillo y sentí una mano fría encima de la mía, volteé a ver la mano y después a la persona, era una muchacha muy guapa, blanca como la nieve, con el pelo color caoba y ojos color miel. Muy dulcemente me sonrió y yo no pude dejar de verla.
Ella se alejó y sentó en una silla cerca de la puerta. Yo me animé y fuí hacia donde estaba ella.
-Hola! como te llamas?- le dije un poco nervioso aunque intenté ocultarlo.
-Hola!- me dijo la chica con una voz extremadamente dulce -me llamo Eliza, y tu?
-Soy Robert, gusto en conocerte- dije emocionado -en que año vas?
-En tercer semestre...- dijo algo triste.
-En serio? yo también voy en tercero! porque nunca te había visto?- dije emocionado y extrañado
-No lo sé...- me contestó tajante por lo que mejor cambié de tema. -Que te gusta hacer?
Ella sólo me miro, parecía meditar la pregunta y al fin respondió -Nada interesante! Lo que a todo mundo, supongo...
Dios! quería conocerla, encontrar una manera de conquistarla y ella no me daba indicios de nada! Que desesperante situación! Bueno, tendré que seguir preguntándo... -Tienes muchos amigos? Sales seguido con ellos?
-Sólo tenía una amiga y cuando me fuí ella sufrió mucho- dijo y pareció recordar algo que la entristeció, bajo la mirada y cerró un rato los ojos, parecía que intentaba controlar el llanto. Quería saber más pero no podría preguntar, seria demasiado. Quería consolarla, abrazarla, mantenerla tan fuertemente en mis brazos que ella se sintiera segura y dejara de recordar... pero no pude hacerlo, no tenía el valor ni la confianza para hacerlo, mejor aguardé hasta que ella se repusiera.
Tardo el tiempo suficiente, entonces se volvió hacia mí -Y tu? tienes muchos amigos?
Intenté decir las cosas con suma delicadeza para no llegar a lastimarla y hacerla recordar -Un amigo, Maxwell, y se podría decir que también dos amigas, Liz y Karen. Están por allá, bailando- los señalé. Ellos estaban al parecer muy divertidos, alguien bailaba con Liz, un chico alto vestido de Fantasma de la Opera, parecía ser Erick, y un pequeño enojo me invadió al verlos bailar; de seguro era porque siempre había tomado a Erick como un petulante. Volví la mirada a Eliza.
Ella los miraba con cierto aire de añoranza y al voltear a verme me sonrió -Tus amigos se ven muy agradables
-Cuando estemos en la escuela puedo presentartelos- dije emocionado -lo haría ahora pero no quiero interrumpirlos. Parecía que había dicho algo malo pues ella puso una cara triste que intentó ocultarme con una sonrisa vaga.
Nos quedamos en silencio, la música sonaba pero la oía distante. El reloj de una iglesia sonó indicando las 11 de la noche y Eliza murmuró tan quedamente que con trabajo pude oírla -La hora se acerca!
-Eh?- le dije para que lo repitiera pero ella cambió de tema
-Tu amiga a dejado de bailar con el chico guapo y ahora voltea a vernos- dijo tranquilamente
Volteé para ver a quién se refería. Liz nos miraba con una expresión triste pero angelical como su disfraz, y cuando notó que la observaba, se puso colorada y miró en otra dirección.
Genial! pensé enojado, Eliza creé que Erick es guapo! estoy seguro que cambiaría de idea si lo conociera; por lo menos Liz dejó de bailar con ese engreído.
Eliza me sonrió como disfrutando de algo que había descubierto, y por supuesto, me atontó ese acto.
-Y te gusta bailar?- dije sin pensar, además, si ella me decía que sí estaría dispuesta a invitarla y hacerlo aunque fuera pésimo y tuviera la gracia de un oso.
Se sonrojó un poco -no! es que nunca he aprendido y soy muy torpe!
Me reí -ya somos dos! Y en donde vives?
Ella se asustó por mi pregunta y lo único que hizo fue mover la cabeza negando, cosa que me advirtió que no diría nada.
-Y... has hecho alguna fiesta de Halloween?- dije intentándo cambiar de tema
Volvió a ensombrecerse su cara y a reflejar tristeza.
-Que no podía hacer algo bien? cada que preguntaba algo la regaba!! Ay Robert! bravo! sigue así!- pensé para mis adentros
Pero ella comenzó a hablar lentamente, como si me contará una historia de terror -Una vez hize una. Mis padres estaban de viaje y tenía esa gan casa para mí, por lo que la ofrecí para que hicieran la fiesta de la escuela. Todo iba bien, todos se la pasaban muy bien menos yo...- se le hizo un nudo en la garganta y aguardó. Esta vez no podía dejar pasar la oportunidad, le pasé un brazo por los hombros, ella se estremeció al sentir mi contacto y, después fuí yo el que me estremecí, estaba completamente helada por lo que aproveche el silencio para decirle -No quieres mi chamarra?, estas helada, no me digas que no tienes frío!!
Ella sólo me miró pero yo tomé mi chamarra negra y se la pusé por encima de los brazos. Volví a abrazarla ahora con más confianza y apretándola junto a mí, después de todo la excusa era que necesitaba calentarse.
Continuó con el relato -Me sentía sola, mi amiga estaba conmigo pero no aliviaba mi soledad. Alguien nos habló, aproveché esa oportunidad para dejarla. Habíamos planeado un acto de suicidio falso para hacer más interesante la fiesta, ya casi eran las 12, la hora acordada. Se supone que todo estaba listo y yo sería la suicida, los que planearon todo eso no podrían ayudarme a colgarme por que le quitaría el realismo. Subí las escaleras, ya estaba la cuerda en el recibidor de la planta alta llamándome a usarla. Me la puse en el cuello, vi el barrote al que estaba amarrado el otro extremo y lo apreté porque estaba muy flojo. Me paré en el pasamanos y acomodé para empezar el acto, ellos se habían encargado de llamar la atención para que todos me observaran. Se posaron debajo de mí para cacharme en cuanto me aventara. Sonaron las campanas y salté... después, la oscuridad me invadió... todos observaban mi... me observaban- no pudo continuar. La estreché utilizando mis 2 brazos, con fuerza hacía mí, sentí que estaba más helada que antes, parecía que mi chamarra hubiera provocado el efecto contrario.
Ella se soltó de mis brazos y dijo -Adios, gracias por esta noche. Espero verte el próximo Halloween. Ve con Liz, ustedes deben estar juntos.
Recibi el mensaje confusamente, se despedía? que quería decir con todo eso?
Subió las escaleras, ví como se posaba en la orilla del pasamanos, sonaron las campanas anunciando media noche, ví como se aventaba, después su cuerpo colgado, meciéndose, sin vida. Nadie pareció haberse dado cuenta. Esa escena me aterrorizó y cerré los ojos, cuando los volví a abrir la imagen de su cuerpo sin vida había desaparecido. Respiré hondamente varias veces y me dirigí hacia Liz, ella me sonrió al verme ahí parado junto a ella y la música cesó.
La anfitriona de la casa habló -Hice una pausa porque quería comentarles una breve historia... Los antiguos dueños de esta casa, celebraron una fiesta este día al igual que nosotros, pero esa vez, algo salió mal, la anfitriona se suicidó exactamente a media noche... Bueno, sólo quería comentarles esto porque quería que esto fuera como un pequeño homenaje. Pero ahora, sigamos con la fiesta-, la música volvió a sonar y Liz me dijo -que loco! suicidarse este día! siento un poco de pena por eso...
-Si! pero espero que Eliza descansé en paz- dije en un murmullo apenas audible y con la cabeza gacha.
-Liz!- dije recomponiéndome de lo anterior -bailarías conmigo?
Ella se sorprendió -pero... tú... tú no bailas! no te gusta!
-Ahora ya me gusta... y por ti... lo hago con todo gusto- dije comprendiendo las palabras de Eliza y sonriendo por eso
Liz se sonrojó y asintió con la cabeza. En eso, la música cambió de ritmo, se volvió tranquila, acompasada, sólo para parejas... La tomé por la cintura y comenzamos a bailar, dejé que el cuerpo hiciera lo que tenía que hacer, mientras yo la contemplaba.
-Rob! bailas muy bien!- le sonreí y después la besé delicadamente durante un buen tiempo.
Maxwell y yo nos fuimos juntos de la fiesta, resulta que me quedaría en su casa esa noche... Al estar a punto de dormirnos, Maxwell me observó, sonrió pícara y malevolamente, después dijo -Y que Robert?! Fue la mejor fiesta? eh?
Sonreí -La mejor fiesta de Halloween por siempre...- aseguré.